Pequeñas lesiones blanquecinas rodeadas de una zona más enrojecida que aparecen en la mucosa bucal (mejillas y labios) o en la lengua.
Aunque no conocemos exactamente la causa que origina las aftas, se cree que su aparición puede estar vinculada a múltiples factores como problemas del sistema inmunitario, estrés, traumas, alergias, o déficit de ciertas vitaminas y minerales.
La genética también puede contribuir de tal forma que ciertas personas son mucho más propensas a padecer este tipo de lesiones.
Por lo general, las aftas tienden a desaparecer transcurridos de 7 a 10 días, pese a que puedan reaparecer después en un brote recurrente.
El tratamiento para las aftas está básicamente enfocado a combatir los síntomas y las molestias que éstas originan. Puedes utilizar algún gel tópico indicado para ello, aplicándolo directamente sobre las lesiones. También es recomendable el uso de algún enjuague bucal antiséptico que te ayude a reducir el escozor, o incluso alguno que contenga anestésicos tópicos para conseguir un alivio temporal de las molestias.