El esmalte dental, la capa más externa de nuestros dientes, es la sustancia más dura del cuerpo humano. Tiene que ser así, porque el esmalte es lo que protege los centros sensibles y llenos de nervios de nuestros dientes contra las fuerzas duras de masticar y morder. Lamentablemente, el esmalte dental no siempre se forma correctamente. Las alteraciones del proceso de formación del esmalte pueden provocar varios tipos diferentes de defectos del esmalte en los niños, uno de los cuales es la hipoplasia del esmalte.
¿Qué es la hipoplasia del esmalte dental?
La hipoplasia del esmalte es un defecto del desarrollo del esmalte, lo que significa que ya está presente en el momento en que el diente afectado sale por primera vez de las encías. Por el contrario, el desgaste del esmalte, como la abrasión y la erosión dental, se produce después de la erupción del diente.
¿Qué causa la hipoplasia del esmalte en los niños?
Los factores hereditarios que conducen a la hipoplasia del esmalte en los niños consisten principalmente en trastornos genéticos relativamente raros, como la amelogénesis imperfecta y el síndrome de Ellis van-Creveld.
Las investigaciones actuales sugieren que los factores ambientales que pueden aumentar el riesgo de hipoplasia del esmalte en los niños incluyen los siguientes:
- Nacimiento prematuro
- Bajo peso al nacer
- Desnutrición, incluido el raquitismo por deficiencia de vitamina D.
- Hipoparatiroidismo
- Diabetes
- Diabetes gestacional en la madre del niño.
- Infecciones virales y bacterianas, incluida la sífilis congénita.
- Inflamación
- Traumatismo dental
- Ingestión de grandes cantidades de fluoruro.
¿Puede la hipoplasia del esmalte afectar a dientes de leche y a permanentes?
La formación del esmalte en los dientes permanentes comienza durante la infancia y continúa hasta que el niño tiene aproximadamente ocho años. Las alteraciones durante este período pueden provocar hipoplasia del esmalte en los dientes permanentes del niño.
Tanto en el caso de los dientes de leche como de los permanentes, los dientes precisos afectados por la hipoplasia del esmalte dependerán del momento y de la causa de la alteración. Por ejemplo, el esmalte de los dientes frontales permanentes de un niño generalmente se forma cuando el niño tiene cinco años, mientras que el esmalte de los segundos molares de un niño (los molares que están al lado de las muelas del juicio) generalmente no se forma hasta aproximadamente ocho años. Esto significa que si un niño contrajera cierto tipo de infecciones a los siete años, sus dientes frontales probablemente no se verían afectados, pero sí sus segundos molares.
¿La hipoplasia del esmalte en niños requiere tratamiento?
Dependiendo de la ubicación y la gravedad del defecto, la hipoplasia del esmalte puede causar problemas estéticos, sensibilidad dental y/o problemas de mordida. Además, numerosos estudios indican que los niños con dientes hipoplásicos tienen un mayor riesgo de sufrir caries.
Para minimizar el riesgo de caries, los niños con hipoplasia del esmalte deben ser especialmente diligentes en el cepillado y el uso de hilo dental con regularidad y deben minimizar el consumo de alimentos y bebidas que causan caries. Se pueden recomendar tratamientos profesionales con barniz de flúor para proteger aún más contra las caries y ayudar a minimizar la sensibilidad dental.
Cuando la hipoplasia del esmalte crea problemas importantes de mordida o problemas estéticos, el dentista de tu hijo podría recomendar restauraciones dentales, como empastes blancos. Sin embargo, los empastes blancos no siempre se adhieren tan bien al esmalte defectuoso como al esmalte sano y pueden no ser la opción correcta en ciertos casos.
En casos graves, el dentista de tu hijo puede recomendar cubrir los dientes hipoplásicos con coronas dentales para protegerlos y restaurar su forma y función.
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